La evolución de la criminalística en México es un camino que se ha recorrido a lo largo de los siglos, desde las prácticas prehispánicas hasta la modernización de las técnicas forenses en la actualidad. Estudiar la historia de la criminalística en el país nos permite comprender los cambios socioculturales y jurídicos que han influido en la manera de investigar y administrar justicia.
Índice de contenido
- 1 Contexto histórico de la criminalística en México
- 1.1 Antes de 1500
- 1.2 1521 – 1800: La llegada de la medicina legal en el México colonial
- 1.3 1800 – 1850: El establecimiento de las primeras instituciones judiciales
- 1.4 1850 – 1900: Avances en criminalística durante el siglo XIX
- 1.5 1910 – 1920: La influencia de la revolución y sus efectos en la justicia penal
- 1.6 1930 – 1960: Formación de institutos especializados en ciencias forenses
- 1.7 1994: Creación de la Fiscalía General de la República
- 1.8 2000 – 2023: Tecnologías forenses y su impacto en la criminalística moderna
- 1.9 2023 y más allá: Retos actuales y el futuro de la criminalística en México
- 2 Conclusiones sobre la evolución y su relevancia en la justicia mexicana
Contexto histórico de la criminalística en México
Antes de 1500
Antes de la llegada de los españoles, las culturas prehispánicas en México tenían métodos rudimentarios de justicia e identificación. Se llevaban a cabo prácticas de justicia que incluían tatuajes y otras formas de marcar a individuos condenados por actos delictivos. Aunque no era criminalística en el sentido moderno, estas prácticas sentaron las bases para el entendimiento social de los delitos.
1521 – 1800: La llegada de la medicina legal en el México colonial
Con la llegada de los conquistadores en 1521, se introduce una nueva perspectiva sobre el derecho y la justicia. Desde 1600, se comienzan a recopilar leyes que regulan el comportamiento social y las penas a imponer. La primera obra de medicina legal, «La Medicina de los Criminales», publicada en 1771 por el médico español Pedro Juan de Lastanosa, empieza a establecer vínculos entre la medicina y la justicia, sentando las bases para la inclusión de expertos en la investigación criminal.
1800 – 1850: El establecimiento de las primeras instituciones judiciales
Durante el siglo XIX, México se enfrenta a múltiples conflictos internos, lo que propicia la creación de las primeras instituciones judiciales modernas. En 1824 se establece el Tribunal Superior de Justicia en el país. Esto resulta fundamental para avanzar en el estudios y prácticas forenses como parte de la administración de justicia, aunque el sistema judicial sigue siendo rudimentario.
1850 – 1900: Avances en criminalística durante el siglo XIX
A mediados del siglo XIX, se comienzan a formalizar los procesos de investigación criminal. En 1871, el médico forense Gabriel Hernández introduce la autopsia como una herramienta esencial en la investigación de muertes violentas. Este cambio representa un avance significativo en la historia de la criminalística en México.
1910 – 1920: La influencia de la revolución y sus efectos en la justicia penal
La Revolución Mexicana de 1910 marca un momento crucial en la búsqueda de una justicia más equitativa. El nuevo régimen se enfoca en la modernización del sistema judicial, promoviendo la creación de nuevas leyes que regulen la investigación de crímenes. La importancia de las habilidades forenses se comienza a valorar cada vez más, y se crea una legislación que respalda la necesidad de la criminalística.
1930 – 1960: Formación de institutos especializados en ciencias forenses
Con el auge del conocimiento científico y tecnológico, en 1937 se funda el Instituto Nacional de Ciencias Forenses. Este se convierte en un pilar fundamental para la evolución de la criminalística al ofrecer programas de formalización y capacitación especializados. Se introducen métodos de análisis científico que revolucionan la forma de realizar las investigaciones criminales.
1994: Creación de la Fiscalía General de la República
El establecimiento de la Fiscalía General de la República en 2014 es un hito moderno en la historia de la criminalística mexicana. Este organismo tiene como objetivo centralizar las funciones de investigación y persecución del delito, profesionalizando el proceso penal y elevando los estándares de justicia. Con la implementación de esta fiscalía, se busca optimizar el trabajo de las instancias forenses y judiciales para mejorar la administración de justicia.
2000 – 2023: Tecnologías forenses y su impacto en la criminalística moderna
El desarrollo de nuevas tecnologías forenses ha transformado la investigación criminal. El uso de ADN, análisis de huellas dactilares, escaneos 3D y tecnologías de reconstrucción de escenas del crimen han permitido un avance significativo en la calidad de las pruebas y la resolución de casos. Las instituciones en México han comenzado a adoptar estas tecnologías, lo que representa un importante salto en la evolución de la criminalística.
2023 y más allá: Retos actuales y el futuro de la criminalística en México
A pesar de los avances, la criminalística en México aún enfrenta retos significativos, como la corrupción, la falta de recursos y la impunidad. Se requiere una renovación en las estructuras de justicia y una mayor inversión en capacitación y tecnología. En un futuro, se espera que la criminalística en México continúe evolucionando hacia la mejora de los procesos legales y la efectividad en la resolución de crímenes, buscando siempre la equidad y justicia social.
Conclusiones sobre la evolución y su relevancia en la justicia mexicana
La evolución de la criminalística en México es una representación clara de cómo la cultura, la ciencia y la justicia están profundamente interconectadas. Desde las prácticas prehispánicas hasta las modernas técnicas forenses, cada etapa en la historia de la criminalística refleja la necesidad de un sistema judicial eficaz y justo. Actualmente, con el avance tecnológico y la creciente conciencia sobre los derechos humanos, el futuro de la criminalística en México tiene el potencial de ser positivo, siempre que se enfrenten los retos actuales y se tomen decisiones informadas en pro de una justicia real y equitativa.